Real Unión contra Nástic de Tarragona tuvo como protagonista a la lluvia, que dejó impracticable el Stadium Gal.
Más de un partido hemos visto esta temporada pasado por mucha agua. El último fue el Antequera contra el Mérida, pero el Real Unión contra Nástic de Tarragona ha sido distinto. Se parece más al partido aplazado que tuvieron los albinegros contra el Tarazona.
El césped estaba impracticable por lo que no vimos poco fútbol en el Stadium Gal. Había algunas zonas donde el balón ni rodaba y donde se paraba en seco. Por mucho que los operarios hubiesen querido dejar el terreno de juego de una forma decente, era misión imposibles pues la lluvia seguía cayendo. A nivel personal pensaba que el árbitro iba a parar el encuentro y dejarlo para más adelante.
Real Unión y Nastic están en la parte alta de la tabla, rondando los playoffs. Los catalanes la semana pasada consiguieron vencer a la cantera del Osasuna mientras que los vascos perdieron contra la Gimnástica Segoviana por 3 goles a 0. Esta jornada ambos querían ganar para poder meterse entre los 5 primeros puestos y esperar a que hacían sus perseguidores.
En la primera mitad ambos equipos se probaron y todo hacía presagiar que el gol iba a llegar en una jugada aislada o a balón parado. El Nástic puso adelantarse tras un centro de Marc Fernández que encontraba rematador en un Alex Jiménez que no tuvo otra idea que hacerse el pillo y meter la mano para marcar. En el caso de haber marcado se diría que es una genialidad pero el hecho es el que es, que llegaba al balón de cabeza y metió una mano innecesaria. Quizás su entrenador piense lo mismo, porque le sacó del campo nada más pasar por los banquillos.
Quien también fue protagonistas para los catalanes fue su portero, Dani Rebollo, que sacó en una misma jugada dos balones que iban dentro. En un saque de esquina Obi remató un balón que Rebollo pudo despejar cayendo el despeje a Olaortua que remató a bocajarro pero que de nuevo el meta onubense despejó.
Un penalti decidió el partido
Tras el descanso el partido fue idéntico a la primera mitad. Por mucho que ambos equipos quisiesen proponer no se podía, pues el Stadium Gal seguía impracticable. La jugada aislada que sentenció el partido fue un penalti de Joan Oriol sobre el minuto 70 de partido. Quique Rivero lo transformó a las mil maravillas y Dani Rebollo no pudo llevarse hacer otra parada que salvase a su equipo.
Con este partido los vascos se meten en los puestos de play offs mientras que el Gimnástic de Tarragona se queda 7º, empatando a puntos con el Andorra y Barakaldo, que tienen aún que jugar sus respectivos partidos contra la Real Sociedad B y el Barça Athlétic.
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