El Tarazona, muy seguro en su propuesta, vence a un Sestao sin recursos y vuelve a sumar tres puntos seguidos por primera vez en un mes y medio
Dos equipos muy necesitados de puntos se citaban al oeste de Zaragoza esta tarde. Por un lado, el Sestao River, precipitado en las zona baja de la clasificación, buscaba hacerse con la segunda victoria de la temporada. Por el otro, el Tarazona, no quería, sino que necesitaba comenzar a sumar de tres de nuevo para no verse parapetado en el descenso, como su rival de hoy. Cinco encuentros consecutivos sumaban los locales sin ganar.
Con un contexto poco esperanzador, como mínimo, para una de las dos escuadras al término del partido, comenzó el Tarazona con una propuesta diferente a la habitual. Los turiasonenses juntaron filas y subieron las líneas para asfixiar la salida de balón del Sestao. Así llegó la primera del partido. Un error de la zaga sirvió el esférico a Manu Rico y este, a su vez, a un Adri Fuentes que intentó la media vaselina ante Herrerín. De haberle impreso más potencia, el primer tanto habría llegado a penas tres minutos después del pitido inicial.
Manu Rico se adueñó de la faceta creadora de su equipo y con un Adri Fuentes cayendo constantemente a ambas bandas, el balón llegó servido desde la izquierda con un pase de la muerte hasta Javi Martín, que no pudo golpear la pelota con demasiada potencia ni colocación. Cordero y Etxaniz se afanaron por intentar darle algo de personalidad al cuadro vasco, pero la bien plantada defensa del Tarazona lo impidió.
Solo un pase atrás que a punto estuvo de cazarlo Etxaniz puso el miedo en el cuerpo de Fuoli. El resto del encuentro transitó por los mismos cauces, con Adri Fuentes percutiendo por los extremos, sobre todo por la izquierda y un Manu Rico afanado por encontrar la espalda de Miranda y Etxeberria. El ‘9’ local lo intentó de cabeza, así como Llácer al borde del área y Areso desde la larga distancia, pero el gol ni quiso llegar hasta el ecuador de la segunda mitad.
Precisamente fue en uno de esos intentos de coger la espalda al defensor, el truco más viejo desde que el fútbol existe, donde el Municipal de Tarazona festejó su segundo gol a favor en seis jornadas. Manu Rico vio el hueco que Cordero estaba dejando atrás y que Areso decidió aprovechar para colocar un centro al interior del área casi desde su casa. El oscense no lo desaprovechó y remató a la escuadra más cercana, cogiendo desprevenido a Herrerín.
El Sestao trató de reaccionar introduciendo a Sergi García, Diego Aznar y Asier Córdoba, pero el Tarazona, con mucho oficio, aguantó el resultado sin problemas y rechazó bien las pocas acometidas visitantes, que llegaban en forma de centro lateral. Con los hombres de Ángel Viadero sin gasolina y los del conjunto local bien plantados en su campo, el marcador no se volvió a mover. Se cumplió la profecía, como avisamos en las primeras líneas de esta crónica. Crisis, y grande, en uno de los equipos. Júbilo, y merecido, en el otro.
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