La UD Ibiza mantiene el invicto en la categoría y asalta a un Yeclano flojo en ataque y obsesionado con los centros laterales.
Choque inédito en el Campo de Fútbol de La Constitución el que enfrentaba al Yeclano Deportivo y al Ibiza, en un duelo que, después de un empate en la jornada inaugural y una victoria en la segunda por parte de ambos conjuntos, iba a situar a una de las dos escuadras en lo alto de la clasificación del Grupo 2.
El partido comenzó bronco, con un Ibiza propositivo y un Yeclano que optó por desgastarse poco situando un bloque bajo y aprovechando el juego directo y los balones parados, algo que si bien parecía esperable viendo los encuentros anteriores del conjunto murciano, pilló por sorpresa a los pupilos de Josep Lluís Martí. Pase largo del lateral a Pau Pérez, pegado a banda, y desde lejos, un zapatazo que Ramón Juan detuvo y cuyo rebote de Pedro enviaba inexplicablemente fuera.
Yecla parecía no estar, pero avisaba de que un descuido ibicenco podría condenar a los insulares para todo el encuentro mientras a éstos no les quedaban muchos más recursos que los disparos lejanos. Avisó Aleix Gallar con una volea desde la frontal del área que Martí detuvo con ayuda del poste pero nada pudo hacer con el disparo lejano de Guillem Molina. El azar se vistió de blanco y un rebote en el pie de un zaguero murciano envenenó la parábola del balón y acabó por convertir el 1-0.
Demasiado temprano quiso el Ibiza meterle cloroformo al juego que a punto estuvo de pagarlo en un córner al borde del descanso. Morros remató de espaldas a la portería y aunque Ramón Juan detuvo de primeras, el balón se paseó por la divisoria sin llegar a entrar. Tras el descanso, el Yeclano quiso demostrar que este año va a ser complicado sacar petróleo de su feudo y logró desenchufar del encuentro a Naranjo y a Pau Ferrer, que pasaron por la segunda mitad prácticamente de puntillas.
Los azulgrana intentaban llegar al área rival sin demasiado éxito; Satoca y Sutherland no pudieron hacerse con la batuta del juego y por ello apostaron por los centros laterales, que tampoco terminaban de cuajar. La entrada al campo de Juanje e Iniesta dieron más balón y más juego a los locales, que ahora sí metían el miedo en el cuerpo a un Ibiza que buscaba sus opciones a la contra, aunque sin apenas hacer daño a la meta de Martí.
Serpeta, Olmedo, Antonio Sánchez… Parece que todo el municipio de Yecla se afanó en colgar balones constantemente, como si de batir un Récord Guinness se tratara, pero finalmente tanto balón lateral no pudo derribar el muro blanco de un Ibiza que leyó bien el encuentro y que, con fortuna, saca los tres puntos de uno de esos campos a los que ningún equipo quiere ir.
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