Los donostiarras naufragan en el Ruta de la Plata y continúan con su mala racha. El Zamora, por su parte, sale de abajo por la puerta grande, aunque pagándolo muy caro.
El Ruta de la Plata es el hogar del Zamora, aunque pueda no parecerlo por sus resultados. Aunque el nivel en casa del cuadro castellanoleonés no es del todo malo -allí han ganado dos partidos-, bien es cierto que no termina de arrancar. Hoy recibía a un equipo, el filial de la Real Sociedad, que a domicilio solo ha concedido una derrota esta temporada. Es decir, sobre el papel, un encuentro, como poco, desigualado.
El ‘Sanse’ trató de controlar la posesión, evidenciando que Guibelalde, Goti y Mikel Rodríguez, no tenían su día con el esférico en su poder. No obstante, este último, no en vano con el ‘8’ a la espalda, catalizó el fútbol ofensivo de los hoy visitantes, y de sus botas nació el pase de la jugada más clara de la primera mitad. Filtrando un gran pase a la banda izquierda, encontró a un Dani Díaz, que la cruzó sin éxito.
A fogonazos salía la Real de su campo, tratando de estirarse y de hacer amplio el rectángulo de juego. La sala de máquinas del Zamora lo impedía sumando músculo a la medular y agradeciendo las ayudas de un Campabadal que no tuvo suerte; tuvo que ser sustituido, lesionado, al borde del descanso. A él además, se sumarían Roni y Mancebo en la segunda mitad. La enfermería zamorana tendrá trabajo esta semana.
Intentando ser muy vertical, el Zamora encontró zonas peligrosas gracias a las recuperaciones de Clavería en campo contrario y la calidad de Lucero y Carlos Ramos en la zona de creación. La adversidad parecía cebarse con el conjunto local cuando Orobengoa anotó, pero la fortuna dio un repentino vuelco de 180º. El colegiado anuló el tanto y solo unos minutos después, un centro lateral acabó con el gol de los locales.
Castañeda metió un pase tenso y raso y aunque Macho no acertó con el remate, salvó la posesión cediendo el esférico a Carlos Ramos. El capitán, desde fuera del área, controló y conectó un derechazo que se coló en las mallas de Fraga tras un doble rebote de dos defensores txuri-urdin. El ritmo se entorpeció y la Real buscó el empate sin desplegar el juego que le caracteriza. Ochieng la tuvo desde el flanco izquierdo pero Sobrón detuvo cómodamente.
La Real se descosió. El centro del campo desapareció y el Zamora, atacando la espalda de Astigarraga y Beitia trató de matarlo a la contra. En el descuento, un rebote en la frontal que Carlos Ramos cazó, acabó golpeando la madera para suerte del cuadro vasco. El marcador no se movió más y el Zamora, sí, sacó los tres puntos, aunque a costa de tres lesiones. La Real, por su parte, suma su tercer encuentro consecutivo sin ganar.
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