Escudero e Illescas dan, después de cinco intentos, la primera victoria en casa al Algeciras en un partido que terminó con tangana entre los banquillos.
Una victoria en seis encuentros para el Ceuta más otra en toda la temporada para el Algeciras dan igual a una situación de tensa calma en la que urge sumar de tres. Por esa razón, los dos conjuntos salieron al rectángulo de juego del Nuevo Mirador con la intención de llevarse el partido. Los locales, tratando de trabar el juego con un bloque medio potente, y los caballa intentando sacar el balón jugado, pero con problemas para conseguirlo una vez superada la divisoria.
El Algeciras supo detectar que el Ceuta, por medio de Diego Esteban y Éric Montes, estaba comenzando a mover el juego cada vez más cerca de su área. Por esa razón, los rojiblancos sacaron colmillo el medular y trabaron el juego rival. En una de esas salidas que los de Fran Justo supieron sujetar, Paris Adot se hizo con el esférico y se la cedió en banda a Avilés. El madrileño levantó la cabeza y puso el centro al área, donde Escudero, con poco ángulo, la cruzó a la perfección.
El Ceuta trató de reaccionar al tanto en contra pero echó mucho de menos la calidad de Bellotti, que no terminaba de aparecer. El Algeciras continuó entorpeciendo a los caballa, que no encontraban ni la tranquilidad ni la claridad cuando merodeaban el área de Venteo. Por otro lado, los pocos acercamientos a la portería del joven guardameta fueron eficazmente solventados.
En el segundo tiempo el guion no cambió demasiado, pero el Ceuta encontró algo más de precisión con el balón controlado. Sin embargo, más pronto que tarde recibió un segundo mazazo del que no se acabaría recuperando. En una falta situada en la frontal del área de Pedro López, de esas que parecen calcadas para un diestro, Marino Illescas sacó soltó un latigazo sublime que, tras tocar ligeramente el poste, acabó en el fondo de las mallas. El meta del cuadro ceutí se quedó clavado; ni hizo amago de tapar el disparo.
A partir de ese momento, poco juego por parte de ambos equipos, a excepción de un disparo colocado pero sin potencia que Venteo detuvo a Neco Celorio. Rozando el tiempo de descuento, la expulsión de Aisar Ahmed desató una tangana entre futbolistas y miembros del staff de ambos equipos en la banda del cuarto árbitro. La situación se saldó con más cartulinas rojas hacia los dos banquillos, aunque pudo ser peor.
Desde un sector muy concreto de la grada comenzaron a caer objetos sobre el césped. Cristian Rodríguez trató de reunir a sus futbolistas para marcharse al vestuario hasta que cesaran los lanzamientos. Finalmente, los 22 protagonistas disputaron el descuento sin más inconveniente. Por fin buenas noticias para el Algeciras, que logró su primera victoria en casa, pero muy malas para un Ceuta que se descuelga del play-off y que no termina de carburar desde hace varios partidos.
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