El Hércules, en el regreso de Solde, cae en su feudo por primera vez en nueve meses y permite al Atleti alcanzar la zona noble del grupo.
Un Hércules-Atlético de Madrid que valía por un Clásico tenía lugar en el Rico Pérez tras el intento fallido de los alicantinos de adelantar el horario del encuentro. Un partido que, de inicio y pese a entregar el trofeo de jugador del mes a Solde, no iba a contar con su presencia sobre el verde. Las dos escuadras trataron de imponer su juego al arranque del partido y aunque, a priori, el Hércules cuenta con más calidad en la medular, fue el filial rojiblanco el que impuso su ley.
Boñar, Javi Serrano y, sobre todo, Diallo, hicieron valer su portentoso físico por encima del de los herculanos. No obstante, ningún equipo logró desplegar su juego por encima del de su rival y más allá de algún acercamiento de Adrián Niño y de un solo disparo lejano de Coscia que sacó Iturbe por abajo cerca del poste, los casi 6.500 aficionados que asistieron al feudo alicantino, no disfrutaron de mucho juego ofensivo en la primera mitad.
Poco a poco fue el Atleti subiendo líneas y recuperando en posiciones más adelantadas. En una de esas recuperaciones altas, Bri pilló desarbolada a la defensa local y filtró un pase a Mollejo para que, cruzándola con su zurda, convirtiera su segundo tanto de la temporada. Tras ello llegó el descanso e inmediatamente después, un Hércules que pareció despertar, pero que no terminaba de llegar a posiciones peligrosas.
Según fueron pasando los minutos, los atacantes herculanos fueron encontrando más verticalidad y tras un centro de Javi Moreno, Coscia dentro del área pequeña disparó pero Iturbe detuvo con fortuna. Poco después llegó un doble premio para los locales. El primero de ellos fue el ingreso de Solde al tapete del Rico Pérez después de dos partidos consecutivos sin poder participar.
El segundo de ellos, como si fuera brujería, a los instantes de saltar al campo, el Hércules encontró la igualada. Un centro desde la banda hacia un Coscia que podría estar en fuera de juego, terminó con otra gran parada de Iturbe cuyo rebote fue teledirigido a la cabeza de Espinosa. Remate fácil y empate de nuevo en el luminoso. Tras ello, el juego se trasladó al centro del campo y comenzaron a sucederse varias faltas innecesarias que cargaron de tarjetas a ambos equipos.
Rozando el 90’ y tras una gran sucesión de pases del Atlético, el balón le llegó a Omar Janneh dentro del área y la colocó al primer palo. En la celebración del tanto, varios aficionados se precipitaron a la primera fila de la grada y uno de ellos lanzó lo que parece un mechero sobre la cabeza de Jano Monserrate. El partido se terminó de calentar cuando Javi Moreno fue expulsado por una patada sobre Rayane, algo que, incluso, un sector del estadio se atrevió a aplaudir.
El Atlético buscó agrandar su distancia pero no tuvo ninguna ocasión clara. Tampoco hizo falta. Después de un libre directo que Solde, con más fe que acierto, puso en el área de Iturbe, el colegiado decretó el final del encuentro. Con ello, el Hércules pierde en su casa por primera vez desde febrero y deja escapar la posibilidad de liderar el grupo 2. El Atleti, por su parte, continúa con su invicto lejos del Cerro y se acerca ya a posiciones de play-off.
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