La Cultural Leonesa ha logrado un arranque liguero inmejorable coincidiendo con la llegada de Satrústegui al equipo, que acumula dos ascensos en los últimos años.
La Cultural y Deportiva Leonesa está batiendo todos los récords esta temporada. Hace más de dos semanas, el cuadro de Raúl Llona superó el mejor arranque liguero de su historia. Hay que remontarse más de medio siglo atrás para encontrar un comienzo de liga parecido; aquél año, los leoneses acabaron ascendiendo. Uno de los artífices de este gran comienzo es Eneko Satrústegui, no solo en la zaga, sino también sacando su faceta goleadora cuando el equipo lo necesita.
Puede que las paradas de Bañuz y los goles de Manu Justo sean mucho más mediáticos, pero no hay que pasar por alto el oficio de Satrústegui en defensa. De hecho, el central de Villava está siendo una de las claves de la Cultural. Es, junto a Víctor García y Álvaro Gómez, el futbolista de campo que más minutos acumula sobre el verde. A ello, además, hay que añadirle el componente de la superstición: Satrústegui podría ser el talismán de Raúl Llona.
Dos ascensos en cinco temporadas
Después de varios años en la cantera de Osasuna y de un par de cesiones en el Izarra y el Numancia, Satrústegui abandonó el nido y llegó al Real Murcia. Allí, aunque no acabó de hacerse un hueco en el once titular del cuadro grana, estuvo muy cerca de subir a Segunda División en las dos temporadas que pasó allí. El año siguiente sí pudo disputar más tiempo de juego, pero rápidamente acabó abandonando el club para después pasar por el Ebro, el Lleida Esportiu y el Castellón.
En el conjunto orellut sí pudo, por fin, saberse importante. Transformado en todo un baluarte defensivo, fue protagonista en el retorno del Castellón a la categoría de plata del fútbol español después de nueve años. Solo una campaña más tarde, Satrústegui llegó al Racing de Santander. En su temporada debut constituyó una pareja sublime junto a Pol Moreno en defensa, logrando ascender, de nuevo a Segunda, liderando el grupo 1 de Primera Federación.
Tras una temporada más, Satrústegui abandonó el equipo y se embarcó en una aventura en el Wisla Cracovia polaco. A pesar de fichar por el decano del país, no fue un buen año y quedaron en mitad de tabla. Inmediatamente después llegó a la Cultural, donde, ya convertido en el amuleto del equipo por su historial de ascensos, ha llevado a los leoneses a ser los menos goleados de toda la Primera, Segunda y Tercera División española.
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