Miembros de la policía de Vila se personaron en el campo Sánchez y Vivancos para impedir entrenar a la UD Ibiza. Sus miembros ignoraron sus peticiones y ahora se enfrentan a duras sanciones.
La Unión Deportiva Ibiza ha expresado su “hartazgo y resignación” ante la situación vivida esta mañana en el campo Sánchez y Vivancos. Según el club, el problema radica en la “incapacidad del Ayuntamiento de Ibiza” para gestionar adecuadamente el uso de dicho campo. Esto se debe a que el equipo no puede entrenar en el Can Misses porque se encuentra en proceso de resiembra por los próximos 20 días, lo que ha obligado a los celestes a trasladarse al Sánchez y Vivancos, donde también entrena el CD Ibiza.
Según reza la nota emitida por la UD Ibiza, ambos clubes habían alcanzado un acuerdo por el que los muchachos de Pep Lluís Martí entrenarían primero y los de Raúl Casañ, después. No obstante, también recuerda que el CD Ibiza sí cuenta con un campo propio para poder desarrollar sus entrenamientos y que es el conjunto que milita en Primera Federación el que se encarga de sufragar los costes del Sánchez y Vivancos.
El altercado de esta mañana
El conflicto se intensificó cuando, la pasada noche, la Regidora de Deportes, Catiana Fuster, envió un correo electrónico al club exigiendo un acuerdo de reparto de horarios con el CD Ibiza antes de las 9:30 de la mañana siguiente. Al ya existir uno, ambos equipos acudieron a entrenar con normalidad. Sin embargo, cuando la plantilla de la UD Ibiza acudió al lugar, a las 10:00 horas, un agente de la Policía Local de Vila, intentó impedir su acceso al campo.
Él, junto a otros funcionarios, solicitó a Pep Lluís Martí y a otros miembros del staff que se identificaran. Según apuntan algunos medios locales, gran parte del plantel entró ignorando estas peticiones, derivando incluso en la interrupción del entrenamiento cuando el agente ingresó al césped insistiendo en su demanda. “¿Es ético por parte del Sr. alcalde imposibilitar el trabajo de más de 35 profesionales en un lugar en donde nuestro Club lo hace habitualmente, además de ser conocedor de que no disponemos de otra instalación…?”, se pregunta el Ibiza en el comunicado.
Posibles sanciones
El club documentó lo que califica como “bochornosa y esperpéntica situación” y planea entregar las pruebas a los medios de comunicación. El Ayuntamiento de Vila, por su parte, ha denunciado los hechos y ha asegurado a La Voz de Ibiza que los servicios jurídicos “están en estos momentos decidiendo las medidas que tomar”. Hace unos instantes, el presidente del club, Amadeo Salvo, aseguró que “es barriobajero y un abuso de poder muy grande no dejarnos entrenar”.
La UD Ibiza concluye que, al ser el Ayuntamiento el propietario de la instalación, su función debería ser la de coordinar los horarios de entrenamiento de manera justa y eficiente, evitando situaciones como la vivida hoy, que solo reflejan una “deficiente gestión municipal”. Con todo, los celestes llevan las de perder ya que, a fin de cuentas, han desobedecido a las fuerzas policiales y entrado a unas instalaciones sobre las que no poseen titularidad.
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