Un falso fuera de juego del Lugo le concede el empate al Andorra

El Lugo continúa sin ganar ni marcar en su feudo, pero le arrebata la victoria a uno de los favoritos al reascenso. La polémica, de nuevo protagonista.

En un encuentro entre uno de los equipos con más posesión de la categoría y otro con menos goles a favor y en contra, que además se encuentra en zona de descenso, no era demasiado difícil presagiar que iba a tratarse de un partido con pocas ocasiones de gol. Y efectivamente, así fue, aunque no debió ser por la urgencia de sumar de nuevo de tres por parte de Lugo y de no perder el tren del play-off por parte del Andorra.

Tal y como era de esperar, los visitantes se hicieron fuertes con la posesión y los locales con una defensa bien situada que secó las acometidas de Lautaro y de Álvaro Martín, pero que algo más de trabajo le costó hacer lo mismo con un Nieto que identificó que pocos balones tocaría situado en la punta de ataque y que optó por caer a ambas bandas para generar fisuras en la defensa blanquirroja. 

Las ocasiones no terminaban de llegar, pero quien más ahínco demostró en querer deshacer el empate inicial fue Jorge González. Primero dejándole una bola franca en la frontal que Roger erró y después, durante el resto del encuentro, desgañitándose en banda derecha para surtir la retransmisión de regates y desmarques que, por otro lado, sus compañeros habrían hecho bien en ver.

Con el descanso, las ocasiones brillaron de nuevo por su ausencia, pero con los hombres de Ferrán Costa mucho mejor plantados sobre el verde, con un nuevo sistema de tres centrales gracias a la entrada de Luismi Redondo. Continuó sin funcionar para deshacer un encuentro que el Lugo estuvo muy pero que muy cerca de aprovechar para lograr la primera victoria de la temporada ante su gente.

Dani Vidal le robó la cartera a Sergio Molina y se la cedió a Raúl Hernández, que jugó de nuevo con el canterano del cuadro lucense. Ya dentro del área, se la cedió a Fernando Lesme, que remató prácticamente a placer para hacer estallar de alegría las gradas del Anxo Carro, finalmente, en balde dado que el linier levantó el banderín, anulando el tanto por un fuera de juego que no existió en ninguno de los pases que fueron hilvanados en la jugada.

En la recta final, con una parcela ofensiva local agotada y un Andorra pidiendo la hora, el ritmo bajó hasta el subsuelo y privó a los asistentes de más oportunidades. Sobre el papel, el Andorra se deja los tres puntos tras un partido que en los prolegómenos, podría -y debería- haber ganado, pero en la realidad tangible, el Lugo, aunque continúa deambulando por la categoría con un solo tanto en su favor en seis jornadas, pudo perfectamente llevarse una ansiada y necesaria victoria que con el VAR, sí hubiera celebrado.