Díaz y Ayesa salvan un punto para Alcorcón y Fuenlabrada y dejan al derbi madrileño sin goles por primera vez en tres años. En los últimos seis encuentros entre ambos, se cantaron un total de 17.
Puede que el derbi del sur de la capital haya bajado a la categoría de bronce del fútbol español pero no por ello deja de ser una fecha marcada en rojo para fuenlabreños y alcorconeros, no solo por erigirse como el primer equipo de Madrid hasta la segunda vuelta, sino también por la posibilidad del Alcorcón de alcanzar la cabeza de la clasificación y la necesidad del Fuenlabrada de sumar de tres para mirar con cierta distancia la zona de descenso.
Tres años hacía que el conjunto amarillo no caía ante los hombres de Alfredo Sánchez Benito y, quizá por esa razón, saliera al verde con tres caras nuevas de inicio: Stitch en el lateral izquierdo, Aparicio en la punta de ataque y ‘Capi’ en la zona de creación. Una propuesta que no salió muy bien de inicio pues el Alcorcón se vio claramente dominado en ambas bandas y no tuvo más remedio que echarse atrás y correr a la contra.
El Fuenla, con los laterales en disposición muy ofensiva, dominaban el esférico y conscientes de la sensación de encierro de los alfareros, se aplicaban en una presión que rápidamente dio sus frutos ya que en el ecuador del primer tiempo, un error en la salida de balón dejó el esférico muy franco a Ale Galindo, aunque no pudo superar a Ayesa. A partir de ese momento, el Alcorcón no se la jugó y la reventó arriba cuando hizo falta.
Llorente y ‘Capi’ parecían los hombres más lúcidos y lideraron una versión inédita de la escuadra de Pablo Pérez, la de activar la presión en momentos muy concretos y robar en el centro del campo para pillar desarbolada la zaga rival. Nadie hacía daño a nadie y en la segunda parte los técnicos movieron ficha. El Fuenla subió la marca de Álvaro García para otorgar músculo al medio y el Alcorcón dio más verticalidad al juego con la salida de Da Costa.
Mucho respeto y pocas llegadas demasiado claras, al menos hasta el tramo final del partido, donde los porteros se convirtieron en los héroes de su equipo y, al mismo tiempo, en los culpables de privar a este partidazo de la salsa de los goles. Primero fue Rayco, que no en balde lleva la ‘10’ a su espalda, y ese guante que tiene en su diestra, para poner en la mismísima escuadra una falta directa en la frontal que acabó desviando Díaz en el 87’.
Dos minutos más tarde, un fallo en el despeje de Rentero le regaló a Ilies Faure, recién salido al campo, una oportunidad de oro que resolvió con un voleón sobre la cabeza de Ayesa pero que el mismo meta navarro acabó deteniendo. Y finalmente, la indecisión de Marcos Mauro en un remate solo tras una falta botada por Barbosa. Pudo tirar a puerta o dejar solos a dos compañeros al segundo palo; no acabó haciendo ni una cosa ni otra.
En definitiva, un empate que sabe a muy poco pero que deja varias conclusiones. Para el Fuenla, que por fin el equipo empieza a carburar gracias a sus futbolistas de banda, y para el Alcorcón, que además de necesitar un ‘killer’ de área como el comer, es un equipo poco reconocible cuando la rotación entra en juego.
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